REPRODUCCIÓN: RETENCIÓN DEL HUEVO

Normalmente, el huevo transita desde la membrana coquilífera del útero hacia la vagina terminal. El huevo puede quedar bloqueado como consecuencia de una falta de contracciones peristálticas de la vagina.
Un huevo muy voluminoso puede igualmente comprimir los vasos de la pelvis, provocar desórdenes circulatorios y producir la muerte.


Una alimentación carenciada de vitaminas, una muda difícil, la obesidad o una enfermedad con mal estado general y extrema fatiga son factores predisponentes, especialmente si hay multiplicación demasiado intensas de las puestas.

Las variaciones bruscas de temperatura, el miedo o la agitación pueden igualmente perturbar la puesta.
Si se coloca al pájaro en una jaula caliente (28 a 30º), especialmente preparada a tal efecto, la puesta se produce espontáneamente en las horas siguientes.

En algunos casos, la imposibilidad de puesta se debe al grosor anormal del huevo. Según estudios de Cioutar, el “mal de puesta” se observa con mayor frecuencia en los meses de agosto, Septiembre y Octubre (para Argentina). Por el contrario, es muy raro en los meses de Noviembre, Diciembre y Enero (para Argentina).

La retención de huevos no es un proceso exclusivo de los canarios. Se ha registrado, también, muchos otros pájaros.

Las causas generales de la retención del huevo son las siguientes:
- Oviducto obstruido.
- Huevo con cáscara blanda.
- Huevo con cáscara dura pero muy voluminoso.
- Si los reproductores son demasiado jóvenes, demasiado viejos o demasiado débiles.
- Si la temperatura ambiente es inferior a 15ºC y mayor de 30ºC.
- Si la dieta contiene un abuso de calcio.
- Si se ha producido un enfriamiento ambiental muy brusco.
- Si se perturba la puesta por ruidos, luz, parásitos externos, manoseo, etc.

Cuando se encuentre un pájaro con problema de retención de huevo, es muy importante actuar sin pérdida de tiempo; sáquela de la jaula y mírele el vientre; estará enrojecido, congestionado, y se notará el huevo, que podrá palpar perfectamente. Se recomienda, en estos casos, lubricar y dilatar la cloaca insertando un hisopo de cualquier marca que se expendan en farmacias y moviéndolo suavemente en sentido circular. El hisopo debe estar impregnado en aceite de parafina esterilizado o, en caso extremo, en aceite comestible. Este masaje circular que alcanza al ovisaco puede hacer reaccionar en ocasiones a este órgano congestionado, el cual volverá a tener contracciones para desalojar y expulsar al huevo. Si no hay contracciones, habrá que aplicar un baño de vapor.

Caliente agua a casi ebullición en un tarro ex-frutas al natural o jarro similar y ponga encima del mismo un embudo invertido para que por el pico salga un suave chorro de vapor. Si no saliera chorro de vapor, es porque el agua está insuficientemente caliente. Ponga el tarro con el embudo sobre la hornalla y deje hervir el agua para obtener el chorro de vapor necesario. Sujete a la canaria con la mano izquierda y que la cola quede entre los dedos anular y meñique y presente al abdomen al chorro de vapor a una distancia de unos 10 cm. Para que el vapor no queme al animal. Si sus dedos no resisten 4 minutos el animal tampoco lo resistirá. Mantenga el chorro de vapor sobre el abdomen durante 4 minutos. Ponga después al pájaro en un lugar caliente a unos 30ºC en una jaula pequeña, sin saltador y un paño grueso en el piso para evitar que se rompa el huevo si lo expulsa.

Si la hembra no estaba muy agotada, a los pocos momentos de recibir el calor volverá a tener contracciones y expulsará el huevo.

Esto puede ocurrir tan rápido mientras Ud. Tiene aun al pájaro en la mano, por lo que al aplicar el tiempo indicado de calor, ponga el pájaro en posición adecuada para recibir el huevo en la mano, mientras la traslada a la jaula pequeña para que ella lo expulse allí, si no ocurre en su mano. Al expulsar un huevo retenido también descarga la cloaca, como es natural, porque el huevo obtura simultáneamente el oviduco y la salida del intestino.

También, en vez de aplicar calor, hay quien aplica frío, es decir, deja caer un chorro de agua fría sobre el vientre del pájaro, y esto también puede provocar las contracciones naturales para la expulsión del huevo.

Si ambos procedimientos resultan inútiles, habrá que hacer una “ovotomía”, pero para ello es preferible recurrir a u Veterinario de dispone de los instrumentos adecuados para ese menester.