LA LUTEINA

BIENVENIDA LUTEINA


Desde hace ya varios años a esta parte los canaricultores en general y quienes criamos ( y compramos!) amarillos, comenzábamos a observar un importante cambio de la tonalidad de estos canarios en los concursos. Primero en aquellos afectados por la mutación marfil y luego extendida a toda la serie.

Quienes ganaban en los concursos ya no lo hacían con aquellos “recordados” amarillos limones sino con canarios amarillos con una máxima expresión cuantitativa de lipocromo amarillo pero que en nada se le parecen a los siempre penalizados “dorados”.

Y allí comenzaba una discusión que pareciera persistir hasta el día de hoy  y que tiene que ver en como calificar a estos ejemplares, si con aquel amarillo limón o con estos “nuevos” amarillos.

Muchos de nosotros ni bien ingresábamos a los campeonatos argentinos corríamos detrás de los criadores que habían obtenido los primeros premios con amarillo para comprar estos ejemplares creyendo de que solo al transmitir genéticamente a su decencia sus cualidades lipocrómicas lograríamos  ejemplares premiados en concursos  sin tener en cuenta de que mas allá de necesitar tener ejemplares amarillos de buena calidad debíamos para poder intentar un premio “preparar” a estos ejemplares. La realidad nos indica hoy de que a los canarios amarillos hay que “prepararlos” (colorearlos!!!) de manera inclusive, mas delicada que a los canarios rojos.

Recuerdo que al preguntar a estos grandes criadores de amarillo acerca de cómo lograban ejemplares con tanta expresión  de lipocromo amarillo obtenía respuestas tan variadas como de que se trataba solo de “genética” , otros daban una hoja de achicoria ( para ellos “radichetas”) por la mañana, otros una a la mañana y otra a la tarde, otros no daban achicoria sino que coloreaban con colza, decían, a razón de 7 partes de alpiste por 3 de colza de manera constante hasta la época de concursos, etc., etc. Lo cierto es que jamás nadie me dijo “coloreo con luteína”. Pues bien, si ninguno colorea con luteína, que hace entonces este producto en el mercado desde hace algunos años?

Lográbamos pichones, ni bien iban a la voladora empezaban su dieta con achicoria, por otro lado  llegaba el periodo de muda y al soltar esos hermosos reproductores premiados en los campeonatos argentinos en las voladoras eran prácticamente indistinguibles o no lo eran ya  de la manera abismal con respecto a los amarillos con los que ya veníamos trabajando de años anteriores.

Pero como todo tarde o temprano sale a la luz, empezamos a escuchar quienes siempre estas “noticias” llegan tarde, acerca de la luteína, entonces al consultar a los referentes de este color, todos admitían ahora “haberla usado alguna vez”…

Ahora bien, que es la luteína?

La luteína es un compuesto químico del grupo de las Xantofilas (compuestos químicos pertenecientes a su vez al grupo de los carotenoides cuyo abanico de colores va  del amarillo pálido pasando por el anaranjado hasta llegar al rojo oscuro dependiendo esto de pequeñísimos cambios en su molécula que no viene al caso mencionar. Un carotenoide como la luteína es el responsable de las hermosas tonalidades de amarillo que toman las hojas de los arboles en otoño, otro como el caroteno, del anaranjado de las zanahorias y como hay mas de 700 carotenoides y a cada uno le corresponde una tonalidad entre el amarillo pálido y el rojo oscuro entenderán porque solo pongo solo dos ejemplos…). La luteína es entonces un pigmento amarillo encontrado en plantas, algas y bacterias fotosintéticas. Su código alimentario es E.161b.

Todos los animales son incapaces de sintetizar carotenoides y deben por lo tanto ingerirlos con la dieta, la luteína particularmente tiene importantes  funciones biológicas como la de ser pro vitamina A y también una  importante función antioxidante mejorando el sistema inmune, previniendo la formación de tumores o el envejecimiento. Pero que sucedería si usamos dosis excesivas?

Los canarios amarillos no sintetizan luteina como los rojos no sintetizan cantaxantina, ambos deben ingerir esos pigmentos con la dieta que les ofrecemos, intentar hoy obtener  ejemplares con máxima expresión de lipocromo amarillo dando achicoria seria algo así como querer ganar con rojos dándoles de comer  zanahorias?

La luteína es un derivado del alfa caroteno y para complicarla aun mas les cuento de que existen mas de 8  tipos diferentes de luteínas . Y a esto debemos sumarle  el problema de nuestra “accesibilidad” a estos compuestos debido a la gran disparidad de productos que dicen contener luteína,  todos diferentes entre si que podemos comprobar de manera sencilla al abrirlos, observar el color y colocar una pequeña porción de ellos en la palma de nuestra mano y luego humedecer  el producto. Ninguno se parece al otro… Cuanto de luteína tienen?  Cuantos y que tipo de exipientes?  Porque existe una luteína para amarillos tradicionales y otra para marfiles? Existe acaso una cantaxantina para rojos tradicionales y otra para marfiles?

Los excipientes parecen jugar también un papel muy importante en la conservación de la luteiina ya que muchos la oxidan haciéndole perder propiedades, la conservación debe hacerse como con la cantantantia al abrigo de la luz sobre todo ultravioleta, el calor y la humedad excesivas, lo ideal es preparar la cantidad necesaria para el consumo diario o de pocos días.

Si bien la capacidad de asimilar mayor o menor cantidad de carotenoides, su distribución en las plumas y la luminosidad con que se expresan es hereditaria, la mejorara cada uno de nosotros teniendo en cuenta las recomendaciones de conservación anteriores, sabiendo que como en los rojos, los canarios amarillos también deben de tener la cantidad diaria del pigmento para que su capacidad de asimilación (dada genéticamente) se mantenga siempre saturada y así poder expresar fenotípicamente todo ese potencial genético que posee. Si la luteína como la cantaxantina se absorbe por los intestinos y se metaboliza en el hígado, la salud de nuestros ejemplares a colorear sobre todo de estos órganos resulta fundamental a la hora de querer lograr buenos resultados. Los protectores intestinales (probioticos y prebióticos) y los hepáticos pueden colaborar también en la coloración.

En resumidas cuentas, se trata de lograr  primero  ejemplares de buena calidad y luego vendrá el complejo proceso de coloración que en nuestro caso o en el de la mayoría de nosotros se tratara de ir investigando y probando cada año con cuales de las luteínas existentes en el mercado nacional logramos en nuestros amarillos su máxima expresión de lipocromo. Será hasta que llegue el día en que después de comprar un amarillo premiado en los campeonatos argentinos quienes nos los venden luego de guardar los cientos de pesos que pagamos por ellos en sus bolsillos ya no tengan esa expresión en su rostro que pareciera decir… Ahora colorealo como yo si podés!